Santos
Desde los tiempos de los primeros mártires cristianos que sufrieron la persecución por causa de su fe, la Iglesia recuerda devotamente a los hombres y mujeres que, por su comportamiento especialmente virtuoso, modelo de conducta moral para los creyentes, se diferencian como santos. Muchos de ellos son patronos de algún lugar o profesión y se les venera como protectores de los hombres, por los que pueden interceder. De este modo, leer los relatos de su vida es una suerte de plegaria en la que se redobla el culto religioso.
Este santoral invita a los fieles a la reflexión a través de la narración de las vidas de santos, ya que en su lectura se encuentran todos los valores cristianos de humildad humana, fortaleza divina, caridad, misericordia, solidaridad y servidumbre a Dios y a la humanidad.